El comercio ecológico, local y de cercanía

Puesto con verduras y hortalizas de la huerta de Catasol.

¿Qué sentido tiene el comercio local hoy en día?

Es posible que nos parezca que hablamos de algo anticuado, algo que estaba en las vidas de nuestras abuelas, algo que para nosotros, tan modernos y tan conectados, nos queda lejano y como de otra época.
Nada más alejado de la realidad. Hoy más que nunca la mejor herramienta que tenemos para revitalizar nuestro entorno más próximo, nuestras calles y plazas además de nuestra calidad de vida cotidiana, es defender como nunca lo más próximo, lo que se cultiva en nuestras tierras, lo que venden nuestras vecinas y vecinos.

Una de las causas de la globalización de los mercados ha sido el perder por completo la trazabilidad de los productos que consumimos. Ignorar si se cultivan sin pesticidas, ignorar cuánto combustible fósil ha hecho falta para que ese producto llegue hasta nuestras manos, ignorar si se respeta o no la biodiversidad del suelo donde crece este alimento,  ignorar si sus cultivadores reciben una compensación justa por su trabajo o si sus condiciones laborales son las mismas que quisiéramos para nosotros mismos o los nuestros…

Nos han introducido en el cerebro que lo que compramos, si es bonito y encima es barato, es perfecto.
¡Y hemos caído en la trampa!

Casi nos hacen olvidar los sabores auténticos de las cosas que comemos.
Casi nadie conoce y y tiene el lujo de poder conversar con las personas que cultivan, cuidan, y cosechan los alimentos.
Casi nadie sabe exactamente cuántos kilómetros ha tenido que viajar un alimento hasta llegar a su casa.
Casi nadie es consciente de la importancia de comer productos que no han sido tratados con pesticidas, químicos tóxicos y demás elementos dañinos para nuestra salud.

¿Qué hacemos si queremos recuperar estos derechos?

Si, si, derechos. Pues buscar aquellos lugares donde puedas comprar producto ecológico, local y de cercanía. Esta es la base principal del principio de soberanía alimentaria, que incide también en la importancia del modo de producción de los alimentos y su origen.

Campo arado y preparado para sembrar de la finca Catasol. Al fondo, un inverndadero.

Campo arado de la finca Catasol

Nuestra comunidad autónoma tiene un gran potencial en agroecología, con un crecimiento continuo y seguro desde hace más de 20 años. Un potencial que no debemos minusvalorar ni ignorar.

Dado a que se llama producto local a todo aquello que ha necesitado menos de 100 km para llegar al punto de venta,  en Asturias podemos decir que prácticamente todo lo que se cultiva, se produce y/o transforma en es producto local.
Pocos tienen esta suerte. ¡Aprovechémosla!

Invernadero cultivado con lechugas batavias y hoja de roble. Cultivo de Catasol

Invernadero cultivado con lechugas.

Tomates verdes de la variedad Robin, en una rama de la tomatera. Cultivo de verano en Catasol

Tomates verdes en la planta