Relato I

20/12/2020

Estos relatos de la vida en la huerta no podían no ser lunáticos, ahí vamos corriendo delante de la menguante que nos pilla los talones, apurando la creciente… y así pasan las semanas más rápido de lo que nos vendría bien al corazón. En resumen durante las dos semanas de menguante lo que hacemos es poner, poner, poner, y lo que hacemos en creciente es quitar, quitar, quitar.

En el creciente de noviembre quitamos todo el regadío de las calabazas, las varillas de las fabas, las plantas de calabacín, fréjol, berenjena, una de las líneas de pimiento… Pasamos la motofesoria dentro y fuera, ecocaca y plástico.

En el menguante de payares tan idóneo para plantar pusimos ajos para ajete afuera, puerros a morir y alguna lechuga de roble, y dentro venga espinacas, coles picudas y lechugas batavia y de roble. Y se vino el frío y la lluvia y nos pilló por banda el clima, así que tocó deslomarse infinito abriendo zanjas para salvar los cultivos de afuera, pero con alegría eh. Justo se nos ocurrió quedar para charlar asuntos de la cooperativa informalmente ese viernes primer día de frío verdadero, estuvimosa 5º en la nave Dolores, Patri, Utz, Quique y yo y hablamos del baño seco y del programa Erasmus+Young Entrepreneurs, y se nos quedaron los pies fríos pa tol día. [A día de hoy estamos a la espera de que Vinco el chico conocido eslovaco se dé de alta en la plataforma y tenerle por aquí en febrero si fuera posible. Y para el baño se ha contactado con Ana una arquitecta de bioconstrucción y amiga, se deja para enero.]

Cerramos del todo el invernadero y con la ciénaga instalada ya en nuestro querido terreno no pudimos plantar afuera como planeábamos, así que para el exterior la luna se perdió pero dentro nos pusimos a saco con todo y plantamos todos los brécoles, casi todos los repollos rizados, casi todas las coliflores y lechugas verdes y rojas, usease, cientos y cientos de plantas señoría.

Y por las noches de esos días, con el viento azotando en las ventanas, más de una no pudimos dormir pensando en la nave y los invernaderos, ojú!

Y aquí estamos en el creciente de avientu hasta el día 30, pero como no paran de llegarnos plantas pues tocó luna pudiente y seguimos plantando lechugas, y como vino sol plantamos afuera puerros, berzas y lechugas de roble. Aunque en realidad estamos de hecho con el chip del quitar, así que fuera todas las tomateras ya vacías de tomates para dejar sólo las que aún tienen tomates (aún tenemos tomates!); fuera la última línea de pimiento y, gracias a que nos han prestado una desbrozadora molona, fuera escayos, fuera hierbajos altos del antiguo invernadero… y si nos descuidamos casi que queda desbrozado hasta el terreno del vecino. Más o menos eso es todo. Y para que se te quede en la memoria, come zanahoria.